19 de agosto de 2025
MAGALLANES FRENTE AL MAYOR MEGAPROYECTO DE HIDRÓGENO VERDE DE AMÉRICA: AUTORIDADES PIDEN ACLARACIONES CLAVE
Dudas respecto al impacto en el Parque Nacional Pali Aike, la ruta de las aves, los efectos de la salmuera en el mar, falta de información sobre el uso y dimensión de tronaduras, son solo algunas de las observaciones que el proyecto H2 Magallanes, una iniciativa de 16 mil millones de dólares que busca producir y exportar hidrógeno y amoníaco verde desde el extremo sur del país, deberá responder.

En medio del auge global por la producción de energía, la Región de Magallanes enfrenta la posible instalación de uno de los proyectos industriales más grandes del continente: H2 Magallanes. Lejos de ser un paso seguro hacia la llamada “transición energética”, el megaproyecto despierta cuestionamientos de fondo por los impactos ambientales y sociales que podría generar en una de las regiones con mayor valor ecosistémico y natural del país, donde la biodiversidad y la cultura local se encuentran especialmente expuestos a los riesgos de este tipo de iniciativas. Todo esto se dejó ver en las más de 800 observaciones que 21 servicios públicos hicieron al estudio de impacto ambiental (EIA) presentado por la empresa TEC H2 MAG SpA, filial de Total Energies y Eren, la cual busca producir hidrógeno y amoníaco verde a partir del viento y el agua de mar para exportación.
El megaproyecto tiene como plazo hasta el 23 de septiembre para responder las observaciones, las cuales que fueron reunidas en el reciente Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (ICSARA) del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). El documento no solo recopila dudas técnicas: subraya que la información entregada hasta ahora es insuficiente para asegurar resguardos frente a temas como el manejo de aguas, la gestión de residuos, los riesgos tecnológicos, la fauna marina y terrestre, y el patrimonio arqueológico y paleontológico.
Algunas de las observaciones más relevantes
El ICSARA plantea observaciones de fondo que, de no ser respondidas adecuadamente, podrían obligar a modificar partes importantes del proyecto o su evaluación. La Corporación Nacional Forestal (CONAF), el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y la Municipalidad de San Gregorio, entre otros organismos, cuestionan la calidad de la información presentada, la forma en que se midieron los impactos y la vaguedad de las medidas para prevenir o reparar daños.
Una de las críticas más duras proviene de CONAF, Sernageomin y el Consejo de Monumentos Nacionales, que apunta a que que el estudio no haya considerado la inclusión del Parque Nacional Pali Aike en el área de influencia de las zonas protegidas, ni el análisis de los impactos paisajísticos y visuales. También se advierte que las mediciones de fauna terrestre y marina son insuficientes, dejando fuera especies vulnerables como el tuco-tuco de Magallanes o sin evaluar el efecto de emisiones atmosféricas sobre aves. En el ámbito marino, los vacíos son aún mayores, ya que hay falta información clave sobre la dispersión de salmuera y químicos desde la planta desaladora, así como estudios directos para descartar afectaciones al patrimonio cultural subacuático.
El CMN, por su parte, sostiene que se minimizan los riesgos sobre sitios históricos como el Faro Posesión y el Cementerio de Posesión, y que los movimientos de tierra y tronaduras en un área paleontológicamente sensible podrían tener consecuencias significativas. El uso de explosivos, vibraciones y movimientos de tierra aparece descrito sin detalle, lo que genera un riesgo difícil de dimensionar para el ecosistema y el patrimonio.
En tanto, la Municipalidad de San Gregorio advierte que el proyecto “generará, sin lugar a duda, unas alteraciones significativas de los sistemas de vida y costumbres de los grupos humanos”, ya que la llegada de miles de trabajadores podría tensionar servicios básicos como salud, educación y electricidad, y pide un plan específico para evitar que la comuna asuma sola esa carga. Asimismo, señalan que la presencia industrial y logística del proyecto, especialmente en sitios como el Faro Cabo Posesión y la Estancia San Gregorio, deteriorará el paisaje y dificultará el turismo local.
En materia de medidas de mitigación y planes de contingencia, el informe es categórico: muchas de las propuestas son demasiado generales, no incluyen cronogramas y no explican cómo se verificará su eficacia. El SEA y la Seremi de Salud exigen mayor precisión en los permisos ambientales, especialmente respecto al manejo de residuos, incluso cuando estos deban ser trasladados fuera de la región. La DGA cuestiona la falta de resguardo de cauces, el SAG detecta inconsistencias en obras no declaradas, y finalmente, CONAF como el Ministerio del Medio Ambiente consideran insuficientes las propuestas de compensación de biodiversidad, como el programa de cría del Canquén Colorado.
Desde el Panel Ciudadano de Hidrógeno Magallanes, manifiestan su preocupación ante este proyecto “Hay muchas cosas de este estudio de impacto ambiental que falta por aclarar y eso es preocupante porque es hipotecar ecosistemas de alto valor ecológico. Por otra parte, más allá de lo ambiental, hay variantes sociales fundamentales que podrían verse impactadas. Por todo esto, es importante que la comunidad se informe y participe, para que las decisiones se tomen con toda la información disponible y con toda la sociedad involucrada”, comenta Olivia Blank, del Centro de Rehabilitación de Aves Leñadura (CRAL) e integrante del Panel Ciudadano sobre H2 en Magallanes
¿En qué consiste el proyecto?
Con una inversión estimada en 16 mil millones de dólares y una superficie de 72 mil hectáreas, el proyecto H2 Magallanes contempla la instalación de un parque eólico con más de 600 aerogeneradores, una planta desaladora, centros de electrólisis para generar hidrógeno a partir de agua de mar y energía eólica, y una planta para producir hasta 10.800 toneladas diarias de amoníaco. Su diseño abarca un parque eólico de 5 GW, líneas de transmisión de alta tensión, centros de producción de hidrógeno, una planta desaladora, una planta de conversión a amoníaco, infraestructura portuaria y campamentos para trabajadores.
El emplazamiento, a solo 3,5 kilómetros del Parque Nacional Pali Aike, aumenta la preocupación por la presión que ejercerá sobre un territorio con valiosos vestigios arqueológicos y un singular patrimonio geológico y biológico. Según la compañía, en la etapa de construcción se generarían hasta diez mil empleos, pero en la fase operativa esa cifra bajaría a apenas mil, lo que abre dudas sobre los beneficios reales para la comunidad frente a los riesgos ambientales y sociales.
A la fecha, el proyecto ya está bajo el proceso de Participación Ciudadana del SEIA (hasta el 20 de agosto), que permite a cualquier persona formular observaciones y exigir respuestas formales.

Dudas respecto al impacto en el Parque Nacional Pali Aike, la ruta de las aves, los efectos de la salmuera en el mar, falta de información sobre el uso y dimensión de tronaduras, son solo algunas de las observaciones que el proyecto H2 Magallanes, una iniciativa de 16 mil millones de dólares que busca producir y exportar hidrógeno y amoníaco verde desde el extremo sur del país, deberá responder.
Dudas respecto al impacto en el Parque Nacional Pali Aike, la ruta de las aves, los efectos de la salmuera en el mar, falta de información sobre el uso y dimensión de tronaduras, son solo algunas de las observaciones que el proyecto H2 Magallanes, una iniciativa de 16 mil millones de dólares que busca producir y exportar hidrógeno y amoníaco verde desde el extremo sur del país, deberá responder.


