7 de junio de 2025
Durante la expedición los científicos exploraron ecosistemas marinos del norte de la Patagonia donde descubrieron una preocupante presencia de desechos plásticos. Estos residuos, que muchas veces pasan desapercibidos, podrían estar interactuando con la vida marina en todos sus niveles: desde diminutos microorganismos hasta grandes mamíferos como ballenas y delfines.
Durante ocho días de navegación en el mar interior de Chiloé, se extendió una campaña científica cuyo objetivo principal fue comprender el impacto de una amenaza silenciosa pero urgente: el plástico presente en los ecosistemas marinos de Chile.
La investigación apuntó a relevar el alcance y la presencia de los microplásticos y los tóxicos asociados en el ecosistema de la Patagonia norte, desde el fitoplancton hasta delfines y ballenas, pasando por el agua superficial y la columna de agua. El área de estudio escogida fue el mar interior de Chiloé, en la Región de Los Lagos, un lugar conocido por su alta productividad biológica y que se caracteriza por condiciones oceanográficas únicas que favorecen el crecimiento de microalgas, base de la cadena alimentaria marina. Gracias a esto, es posible encontrar desde pequeños organismos hasta grandes mamíferos marinos como la ballena azul, que visitan la zona para alimentarse.
La expedición fue encabezada por la Dra. Lara Marcus, investigadora de la Universidad San Sebastián (USS) y el Dr. Jorge Mardones, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) y del Centro de Estudios de Algas Nocivas (CREAN) del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP).
Una de las principales hipótesis de esta expedición plantea que los movimientos circulares del agua, llamados “giros oceánicos”, retienen por más tiempo microorganismos en el área de estudio y crean un "buffet natural" que sustenta a diversas especies marinas. Estas características físicas sumado a la alta productividad biológica presente en esta zona principalmente estuarina, hacen que la región sea líder en producción acuícola a nivel nacional y mundial.
La Dra. Marcus advierte que esta intensa actividad humana junto a actividades pesqueras, industriales y domésticas también genera residuos, especialmente plásticos, que podrían acumularse en los mismos sectores donde se concentra el alimento para la fauna marina. “Nuestra expedición buscó entender si los residuos plásticos coinciden espacialmente con las zonas de alta productividad biológica, lo que podría tener implicancias importantes para la salud de los organismos y ecosistemas marinos y también para nosotros”, explica.
Hallazgos relevantes
A pesar de que los análisis de laboratorio todavía se encuentran en curso, durante la expedición fue posible llevar a cabo observaciones en terreno significativas y preocupantes. “En primer lugar, detectamos mayor abundancia de restos de plásticos flotantes en áreas que podrían actuar como zonas de acumulación dentro del mar interior de Chiloé. Esto sugiere que incluso en ecosistemas considerados más protegidos o remotos, la presencia de desechos plásticos es evidente”, asegura la Dra. Marcus.
Además, se documentaron interacciones preliminares entre fauna marina y residuos plásticos, lo que refuerza la necesidad urgente de estudiar cómo estos contaminantes están afectando directamente a las especies locales. “Uno de los logros más importantes fue la recolección de muestras a lo largo de toda la cadena trófica marina: desde fitoplancton, zooplancton, peces y, hasta llegar a grandes mamíferos como delfines y ballenas azules. Este enfoque integral es inédito en Chile y será clave para entender cómo los microplásticos y contaminantes asociados se mueven, acumulan y amplifican en los distintos niveles del ecosistema marino”, comenta la investigadora.
“Este trabajo sienta las bases para un diagnóstico ambiental sin precedentes en la Patagonia norte y el país, y será fundamental para proponer acciones concretas de conservación y mitigación”, comenta el investigador Dr. Jorge Mardones.
Por otra parte, “una línea de investigación emergente y de enorme proyección es entender cómo los microplásticos interactúan con floraciones algales nocivas (FANs), ya que existe evidencia creciente de que los polímeros presentes en el agua pueden influir en la producción, transporte y toxicidad de estas microalgas. Dado que muchas FANs son responsables de mortalidades masivas de peces y otros organismos marinos en la zona, comprender esta interacción será clave para anticipar impactos ecológicos y sanitarios. Esta campaña científica representa una oportunidad única para avanzar en esa dirección”, agrega el Dr. Mardones.
Tráfico Ilícito de Drogas.
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