28 de junio de 2025
Jóvenes como Loreto Hernández, participante del Programa TAS, y Javier Ruiz, quien comenzó a aplicar prácticas agroecológicas en su predio, encabezan una nueva ruralidad en Magallanes, combinando saberes ancestrales con innovación. Con el apoyo de INDAP, INIA Kampenaike y, en el caso de Loreto, del Programa TAS, están mejorando suelos, diversificando cultivos y avanzando hacia la autosuficiencia, demostrando que otro modelo agrícola no solo es posible, sino que ya está en marcha.
La agroecología dejó de ser una idea lejana en Magallanes. Gracias al programa TAS —Transición a la Agroecología Sostenible—, desde hace dos años germina una nueva manera de cultivar, pensar y habitar el territorio. Lo que comenzó como una apuesta técnica para introducir sistemas más amigables con el entorno, hoy se expresa en predios vivos, suelos sanos y agricultores jóvenes que decidieron volver a las raíces, con la convicción de que la soberanía alimentaria es una meta posible... y urgente.
En una visita técnica a distintos predios al sur de Punta Arenas y sus alrededores, el impacto fue evidente. Funcionarios, autoridades y asesores quedaron sorprendidos por el nivel de compromiso y los avances logrados, especialmente en dos experiencias que resumen el espíritu de esta transición: la de Loreto Hernández y Javier Ruiz, jóvenes que tomaron la posta generacional con una mirada fresca, pero profundamente conectada con el conocimiento ancestral.
Javier Ruiz, tercera generación de agricultores en su familia, es uno de los nuevos emprendedores rurales que está reimpulsando el campo magallánico con ideas frescas y prácticas sostenibles. Desde su predio ubicado al sur de Punta Arenas, combina la ganadería con cultivos que ya maneja bajo criterios agroecológicos. A pesar de que no integra parte del programa TAS, él participó en una gira técnica financiada por FIA al Centro de Educación y Tecnología de Chiloé, experiencia que fortaleció su interés por la transición agroecológica. Recientemente, recibió apoyo del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) Jóvenes de INDAP para adquirir una máquina peletizadora y un chancador de granos, herramientas que le permitirán producir pellet en base a alfalfa y avena, avanzando así hacia la autosuficiencia forrajera. La inversión total del proyecto fue de 2 millones 797 mil 11 pesos.
"La agroecología ha sido una experiencia muy bonita, la verdad. Es parte de nuestro futuro", señala Javier, mientras explica cómo logró controlar plagas en sus lechugas con preparados naturales. "Esto no es nuevo, muchos agricultores antiguos sabían hacerlo. Lo que estamos haciendo ahora es rescatar ese saber y combinarlo con la tecnología de hoy", precisa.
Loreto Clerc, en tanto, transformó un predio en pendiente, en un ejemplo de organización y eficiencia. Agricultora e ingeniera agrónoma, fue una de las fundadoras de la Mesa de Jóvenes Rurales de INDAP en Magallanes, y hoy lidera un proyecto PDI Jóvenes Sustentables con la implementación de una biofábrica de insumos orgánicos. Con una chipeadora, una betonera y tambores plásticos, comenzó a producir biofertilizantes y compost, experimentando incluso con fermentados de algas. El proyecto significó una inversión de 2 millones 493 mil 732 pesos.
"Este verano probamos varias fórmulas, algunas han dado resultados muy buenos y otras aún no tanto... pero seguimos aprendiendo, probando, investigando", comenta Loreto con entusiasmo. Lo suyo no es ensayo y error, sino ensayo y aprendizaje.
Para Gabriel Zegers, director regional de INDAP, el cambio es tangible. "El Programa TAS ya es una realidad en Magallanes. En el predio de Loreto, por ejemplo, el cambio respecto a dos años atrás es notable. Se han cerrado ciclos biológicos clave, mejorando la sostenibilidad de sus cultivos. Esto no solo habla del trabajo de ella, sino también del compromiso del equipo técnico que acompaña estos procesos".
Zegers también valoró el aprendizaje colectivo. "Tuvimos una jornada interna de reflexión con agricultores y asesores. Quedamos enriquecidos. Aún hay desafíos por delante, pero desde el ámbito estatal, junto a INIA y FIA (ambas del MINAGRI), estamos trabajando por un camino firme para la agroecología en la Patagonia".
Uno de los pilares técnicos de este proceso es Tatiana Romero, asesora del programa TAS Magallanes, quien acompaña a los agricultores en terreno y en sesiones teóricas, generando vínculos sólidos y aprendizajes significativos. Su empatía y capacidad para explicar lo complejo con claridad fueron clave para afianzar al grupo. "Los agricultores han adoptado estas prácticas y comprendido los procesos. Se han apropiado de las técnicas, las adaptan a su realidad y las implementan con lo que tienen a disposición. Ya no siguen recetas rígidas, sino que entienden la lógica detrás de cada acción. Eso se nota en la calidad del manejo del suelo, que ha mejorado significativamente. Los suelos están más vivos, las plantas más sanas y los cultivos muestran un vigor impresionante", destacó, visiblemente emocionada por los avances.
Desde una mirada nacional, el coordinador de la Red de Sustentabilidad y Transición Agroecológica de INDAP, Patricio Camoglino, también valoró el trabajo del equipo: "Aquí hay un grupo comprometido, con conocimiento, que ha sabido adaptar estas prácticas a un territorio con clima difícil. Pero los resultados están a la vista: mejora en la calidad del suelo, biodiversidad y experiencias de vida sostenibles. Con el apoyo adecuado, es posible avanzar".
En cada predio visitado, lo que se vio no fueron solo cultivos u obras, sino una forma distinta de pensar el campo. Una ruralidad joven, innovadora, pero profundamente arraigada en su historia. Loreto y Javier son parte de una generación que decidió volver a la tierra, pero con ciencia, respeto y estrategia. No solo para producir alimentos, sino también para transformar el territorio en un espacio de vida digna, saludable y sostenible.
La agroecología no es una moda. Es una necesidad. Y en Magallanes, gracias al Programa TAS, apoyado por INDAP e Inia Kampenaike y al trabajo comprometido de sus protagonistas, ya comienza a florecer.
Ministerio del Trabajo y Previsión Social y Dirección del Trabajo llamaron a respetar las normas laborales imperantes en las primarias del pacto Unidad Por Chile, que son voluntarias.
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